texto 20 d’aviento
Nuestra propuesta dentro del Bloque independentista de Cuchas como colectivo, parte de la creencia de visibilizar a los diferentes sujetos políticos feministas dentro de un país, ya sean mujeres, transexuales, travestis, homosexuales y lesbianas como modelos emergentes para el cambio social y cultural.
En este día tan señalado por proteger y defender los derechos individuales y colectivos de las ciudadanas frente a las actuaciones irregulares de las Administraciones Públicas en Aragón nosotras queremos alzar nuestra voz y decir que somos las que soportamos la violencia sobre nuestros cuerpos ejercida en los conflictos bélicos; la sufrimos de forma cotidiana en nuestros hogares, en nuestros trabajos, en nuestras escuelas. Sufrimos también la violencia contenida en cada acto de agresión, vejación o discriminación lesbófoba, tránsfoba y homófoba que se da cada día en la calle como es el caso del adolescente agredido en Teruel por su orientación sexual, en los puestos de trabajo, en los espacios privados o desde las instituciones.
Padecemos la violencia ejercida contra las mujeres inmigrantes por una Ley de Extranjería clasista, xenófoba y heteropatriarcal que las convierte en ciudadanas y trabajadoras de tercera y las condena a la vulnerabilidad, la precariedad y la invisibilidad.
Sufrimos de forma particularmente violenta los efectos de las crisis las mujeres jóvenes, ya que hemos soportado el mayor aumento en las tasas de paro en los dos últimos años y tenemos la mayoría contratos temporales y becas; Además, la población femenina aragonesa sufre la segregación horizontal y vertical, y la doble y triple jornada por mucha ley patricarcal que haya sobre la conciliación, la cual se resume en conciliar mejor tu tiempo, pero no el del varón y todo esto desde un punto de vista claramente heterosexista.
Esta situación se acentúa más en las zonas rurales, donde las mujeres se ven relegadas a unos roles patriarcales más acentuados, ciñéndolas a las tareas reproductivas, situación que conlleva a la mujer a inmigrar, acto que provoca la despoblación de determinados territorios rurales en Aragón.
Aguantamos la violencia ejercida por las instituciones que, en alianza con la Iglesia Católica y su política de control de nuestros cuerpos y nuestra sexualidad, siguen rechazando nuestro derecho al aborto libre y gratuito fuera del Código Penal e incluido en la Sanidad Pública.
Finalmente, en un contexto en que las contradicciones de este sistema opresivo pesan más que nunca, es la hora de seguir ampliando, desde un feminismo de resistencia pero también de combate y reivindicación, las grietas de un sistema, que, hoy más que nunca, no se aguanta por ningún lado.
Si nos unimos, podemos construir estas bases y contribuir a crear un futuro en el que la ciudadanía aragonesa pueda realizar sus grandes potenciales de conciencia, empatía, solidaridad y creatividad: las capacidades que nos hacen plenamente humanos.
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